Historia del Fitness, ¿cuál es su origen?
Fitness es una palabra que todos conocemos, sin embargo, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española aún no la recoge en sus páginas.
Sí aporta una definición de fitness el diccionario de Oxford:
Conjunto de ejercicios gimnásticos especialmente indicados para conseguir y mantener un buen estado físico.
Hoy conoces los beneficios de llevar una vida saludable con una nutrición adecuada y una carga de ejercicio adaptada a tus necesidades.
Esta búsqueda del bienestar a través del ejercicio se da desde la Antigüedad, seguro que incluso antes aunque no nos haya llegado ninguna evidencia.
A pesar de esto, ¿sabes cuándo se creó el primer gimnasio moderno?, o ¿desde cuándo se advierte del peligro del sedentarismo para la salud?
Y, ¿cuándo se incluyó la actividad física en las escuelas?
Actualmente son temas cotidianos que no nos resultan extraños, pero hoy te presentamos a los pioneros que sentaron las bases para llegar a lo que hoy conocemos por fitness.
Los antecedentes del fitness actual
Ya hemos comentado que en el mundo antiguo hay ejemplos de la importancia del entrenamiento y del ejercicio para el cuerpo.
Pero hoy no nos remontamos tan atrás y comenzamos nuestra historia en el siglo XVI.
Después del medievo, el funcionamiento del cuerpo humano vuelve a ser “trending topic” gracias al Humanismo y a los avances científicos.
En España destaca un médico: Cristóbal Méndez.
Fue autor del Libro del ejercicio corporal y sus provechos en 1553, y lo dedica a los nobles y personas ricas que abusaban de la comida y llevaban una vida sedentaria.
¿Te suena esta advertencia?
Lo más interesante es que ya enseña los beneficios del deporte y de la actividad física más allá de la actividad laboral, para cualquier persona.
Además, incluye algo que actualmente sigues haciendo: adaptar los ejercicios según la edad, el sexo, el clima o la época del año y cómo se pueden prevenir enfermedades.
Divide su obra en cuatro tratados y se considera uno de los antecedentes de la medicina deportiva.
Ahora viajamos a la Italia de 1569.
En ese año se publica De Arte Gymnastica, escrito por otro médico: Hyeronimus Mercurialis.
En su libro describe los tipos de ejercicios, tanto los que se pueden hacer en un gimnasio como los que se practican al aire libre, y cómo influyen en el estado físico y en la salud.
También recoge cómo debían entrenar, el tiempo que debía durar cada actividad y los efectos de cada uno en el organismo.
Algo así como una tabla de ejercicios.
Ambos recogieron teorías de la Antigüedad y las actualizaron a su tiempo y, sin buscarlo, sentaron los cimientos para que en los siglos posteriores se siguiera avanzando hacia el fitness actual.
Otro paso histórico hacia el fitness
Desde finales del siglo XVIII, hubo personas preocupadas por acercar la gimnasia a las edades más tempranas
Gracias a los avances en la educación y en la pedagogía consiguieron que el ejercicio físico se incluyera en los programas educativos.
Sin embargo, este camino fue lento.
Veamos algunos ejemplos:
Johann Bernard Basedow y el Philamtropum
El Philantropum es un sistema educativo novedoso.
Lo funda Basedow, un pedagogo al que le interesaban las corrientes francesas como la de Rousseau.
Corría el año de 1774 cuando crea una escuela en Dessau, Alemania.
Pero, ¿por qué era novedosa?
Es la primera vez en la historia que se incluye el ejercicio físico como parte fundamental de la formación del alumnado y dentro de su programa de estudios.
Entre sus innovaciones estuvo el diseño de un uniforme más cómodo que mejoraba el movimiento.
Incluso fue más allá porque contrató un profesor para desarrollar esta parte del programa.
De este modo, Johann Friedrich Simon, que así se llamaba, se convirtió en el primer profesor de educación física de la historia.
Dentro de las actividades habituales incluyó atletismo, esgrima, lucha libre o patinaje.
Este modelo será usado más tarde por las primeras escuelas públicas alemanas.
Fracis Lowndes y el Gimnasticón
Cuando vas al gimnasio es frecuente que encuentres máquinas de ejercicios, pero ¿cuál fue la primera?
El invento se lo debemos a Francis Lowndes en 1796.
Está relacionado con el desarrollo de otra ciencia: la ortopedia.
Como médico, pensó una máquina que pudiera ayudar a sus pacientes a mejorar de sus dolencias (gota, reuma, debilidad muscular…), aunque pronto se dio cuenta de que también servía para combatir el sedentarismo.
Y de este modo, las máquinas comenzaron a formar parte de las rutinas de ejercicios de sus pacientes, de manera similar a como se usan en la actualidad.
El siglo XIX: la gimnasia por países
Desde la Revolución Industrial, la forma de vida cambió.
Como has leído, la pedagogía tuvo un papel importante, y en el siglo XIX se comienza a estudiar los efectos de la educación física para las personas.
Muchas propuestas aún buscan que el ejercicio tenga relación con la actividad laboral o con la formación militar, pero con el paso de los años se irá introduciendo en la sociedad como forma de vida saludable más allá del trabajo.
En este siglo surgen los nacionalismos, y cada país desarrolla la gimnasia de un modo o de otro.
Veamos cómo influye esta evolución para llegar al fitness moderno.
Guts Muths y la escuela alemana de gimnasia
¿Cuál fue el primer libro de texto sobre gimnasia para una escuela?
Para responder a esta pregunta tenemos que hablarte de “Gimnasia para jóvenes”, publicado en 1793.
Su autor fue Guts Muths, profesor en el Instituto Educacional de Schnepfenthal.
Consideró la gimnasia como una parte fundamental de la educación y como una cultura para el cuerpo.
Diseñó veinticinco ejercicios, algunos tomados de la Grecia antigua y otros inventados por él mismo.
Los recogió en su libro, y en la segunda edición incluyó consejos para organizar un gimnasio al aire libre, sobre cómo realizar ejercicios de salto o levantamiento correctamente, sobre el ayuno o el aseo personal, entre otros temas.
En 1800, se publica en Inglaterra y se convierte en best-seller en los países anglosajones.
Friedrich Jahn y el primer gimnasio al aire libre en Berlín
Napoleón es protagonista secundario en esta historia.
Tras la derrota de Prusia, Friedrich Jahn quiso mejorar las capacidades físicas (y morales) de sus compatriotas.
Buscaba evitar otra derrota contra los ejércitos napoleónicos.
Para conseguirlo, inauguró en 1811 el primer gimnasio al aire libre de Berlín, y con ello, el movimiento Turvereine, que significa “club de práctica de gimnasia”, aunque también se compartieron ideales políticos.
Promovió el uso de las barras paralelas, la barra fija y las anillas, pero su gimnasia y sus ejercicios de calistenia no estaban pensados como gimnasia artística.
En 1816, publicó el libro “El arte de la gimnasia alemana”, en el que desarrolló por escrito las bases de su sistema.
Su modelo de gimnasio fue uno de los primeros en llegar a los Estados Unidos.
Pehr Henrik Ling, el inventor gimnasia sueca
Que el ejercicio físico ayuda a tener un cuerpo saludable es algo que sabes perfectamente.
Sin embargo, en el siglo XIX esta mentalidad no estaba tan extendida.
Uno de los encargados de difundir este mensaje fue Ling.
A comienzos del siglo XIX realizó un viaje de varios años por el norte de Europa.
En estos años, y gracias a la práctica de esgrima y de ejercicio físico pudo mejorar su condición física y aliviar sus dolencias de gota.
Conoció el libro de Guts Muths e incluso participó en los ejercicios gimnásticos de Franz Nachtegall, que también conocía “Gimnasia para jóvenes”, e introdujo este método en Dinamarca.
En 1804, debido al reuma, Ling volvió a su país con la intención de abrir un instituto gimnástico.
No fue instantáneo.
Al igual que tú, decidió formarse previamente, por lo que asistió a clase de fisiología y anatomía antes de crear su sistema de gimnasia.
Desde ese momento, creó una rutina personalizada y diaria de ejercicios, incluida la esgrima.
Como mejoró de sus dolencias gracias a este plan personalizado, decidió ofrecer esta experiencia a sus conciudadanos.
Ling estaba convencido de que las actividades físicas mejoraban el sistema cardiovascular y muscular, y pensaba que los ejercicios debían adaptarse a cada persona y sus condiciones.
También pensó que incluir una parte formativa dentro de su programa ayudaba a conocer bien el cuerpo y favorecía la elección de los ejercicios más adecuados.
Estos ejercicios los divide en cuatro tipos:
- Pedagógico
- Médico
- Militar
- Estético
En 1813, funda el Real Instituto Central de Gimnasia para formar instructores de gimnasia, uno de los primeros centros oficiales de formación.
A Ling le debemos el desarrollo de la calistenia, la invención del caballo de caja, las espalderas y la barra de equilibrio.
En la actualidad los cursos formativos son importantes, pero este camino lo iniciaron personas con Ling.
Francisco Amorós y la Gimnasia Francesa
En la España de finales del siglo XVIII existieron diversas propuestas para introducir el método de Heinrich Pestalozzi.
Una de ellas fue el Real Instituto Militar.
En su programa de estudios, la educación física se convirtió en obligatoria por primera vez en el país.
Sin embargo, debido a las dificultades políticas del momento, el Instituto apenas existió tres años.
Francisco Amorós, su último director, se instaló en Francia tras la Guerra de Independencia, y fundó la Civil y Militar Escuela Normal de Gimnasia, desde donde desarrolló su método educativo.
En 1830 publicó “Educación física, gimnástica y moral”, que fue la obra de referencia de la gimnasia francesa.
Amorós entendía el cuerpo como un todo. Con el ejercicio se consigue la mejora y el dominio de los movimientos naturales y un cuerpo estéticamente bello.
Dentro de los ejercicios que proponía, combina el método de Ling con el uso de aparatos como el potro o la barra de equilibrio.
Es una de las primeras veces que se habla del culto a la estética corporal tal y como la entendemos hoy.
Hippolyte Triat
Su vida bien merecería una película.
El ejercicio físico fue protagonista desde su infancia porque era hijo de una familia de acróbatas.
Con ellos recorrió varios países europeos donde ofrecía un espectáculo de levantamiento de pesas bajo el pseudónimo de “Alcides”.
También lucía y mostraba sus músculos al público, por lo que es un precedente del culturismo.
Un accidente en una pierna que sufrió en Burgos le obligó a parar y comenzó a estudiar en el colegio jesuita de esa ciudad. También se interesó por los autores clásicos y comenzó un programa de ejercicios con el que logró un gran desarrollo corporal.
Con otro gimnasta francés, consiguió mucha popularidad en España gracias al espectáculo
“Alcides y Hércules”, en el que combinaban ejercicios de fuerza y destreza.
Cuando volvió a Bélgica, fundó un gimnasio privado en Lieja, y en 1840, la Escuela Normal de Gimnástica Civil y Militar, para ambos sexos, en Bruselas.
Gracias a su método, la educación física se convirtió en obligatoria en las escuelas de educación primaria de su país.
El método de Triat difería del de Amorós en que buscaba un mayor desarrollo muscular y en que diseñó una gimnástica personalizada para las mujeres en la que también se utilizaban pesas pequeñas.
Su éxito le llevó a París, donde fundó un gimnasio cerca de los Campos Elíseos junto al doctor Nicolas Dally.
Desde allí desarrolló su método de entrenamiento.
Triat se apartó de los ejercicios militares y se centró en incorporar una tabla de actividades físicas con pesas para desarrollar la fuerza y el volumen muscular.
Además, su gimnasio contó con zonas destinadas a usos concretos como natación en el Sena, carreras, ciclismo, levantamiento de peso, aparatos gimnásticos, lucha, esgrima, etc.
Buscaba recuperar el ideal de belleza clásica e hizo ver a la burguesía que el fortalecimiento físico no solo respondía a objetivos militares o médicos.
Fue el gimnasio más completo del siglo XIX y ya incluía masajes o hidroterapia tras realizar el entrenamiento.
Gracias a Triat se inició el culto al cuerpo estéticamente bello, fuerte y sano, por lo que es uno de los antecedentes de la halterofilia moderna y del body-building.
Por otro lado, fue uno de los primeros en entender la gimnasia como un negocio y en crear bonos de varias sesiones para realizar un entrenamiento dirigido, tanto para hombres como para mujeres.
Gimnasia inglesa
Gran Bretaña destacó por los deportes en los que se valoraba la recreación, el juego limpio y los ejercicios grupales.
No es de extrañar que en esta nación surgieran muchos de los deportes de grupo que aún hoy se practican.
A pesar de ello, su práctica estuvo reservada durante su primera etapa a una élite social masculina, al estar asociada a los colleges.
Estas actividades tuvieron un importante desarrollo gracias a la celebración de los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896.
Scot Archibald MacLaren
En la década de 1850, equipó unas habitaciones en Oxford para enseñar gimnasia y esgrima.
Tuvo tanto éxito que en 1858, con ayuda de su mujer, Gertrude Tallboy, abrió un nuevo Oxford Gymnasium, y tres años después lo amplió con otro edificio destinado exclusivamente a los niños.
En otros posts, te hemos hablado de lo importante que resulta tener un seguimiento regular de los deportistas para analizar si se consiguen los resultados.
MacLaren ya lo hizo en su gimnasio.
La condición física, así como la estatura y el peso se examinaban cuidadosamente en la primera sesión para crear una tabla de ejercicios adaptada a las necesidades de cada persona.
Buscaba el desarrollo y el bienestar físico y en el caso de que hubiera alguna lesión, mejorar su estado.
Su gimnasio también contaba con mejoras arquitectónicas como una linterna en el techo para facilitar la ventilación en los días de lluvia cuando las ventanas permanecían cerradas.
El suelo estaba acolchado y tenía calefacción en sus dos plantas. En la superior se incluía la sala de esgrima y una sala adaptada para el ejercicio de alumnos con salud delicada.
Estados Unidos
Desde el siglo XIX, se exportaron las corrientes europeas sobre educación y ejercicio.
Catharine Beecher fue defensora de incluir la educación física desde la primera infancia e incluyó la calistenia y la música en su programa.
En 1865, tras la Guerra de Secesión, la gimnasia sueca y la alemana influyeron en un primer momento, pero pronto arraigaron las costumbres británicas.
Edward Hitchcock combinó ejercicios de calistenia y de gimnasia en su programa. También se interesó por las medidas antropométricas para evaluar los progresos.
Por su parte, Dudley Allen Sargent, fue director del Gimnasio Hemenway de la Universidad de Harvard, pero lo más importante fue que incluyó la formación científica para entrenadores.
En 1902, creó una prueba de velocidad, fuerza y resistencia y ya advirtió de los problemas del sedentarismo.
El siglo XX y las bases del fitness actual
Como has visto, muchos de los avances del siglo XIX aún los usas en tus entrenamientos diarios o en tu forma de plantearlos para conseguir bienestar físico
Sin embargo, aún no hemos hablado de un elemento que hoy nos resulta cotidiano: la tecnología.
Uno de los primeros en usar algunas innovaciones tecnológicas para mejorar el entrenamiento fue Edmond Desbonett.
Utilizó la cinematografía para inmortalizar sus ejercicios y la fotografía para ver el antes y el después de sus alumnos.
En otro post también te hablábamos de la importancia del entrenamiento online.
Desbonett ya se preocupó por este problema y, aunque internet aún no existía, ideó un método para que sus alumnos pudieran entrenar en sus domicilios de forma segura.
Gracias a la difusión del correo postal, enviaba una serie de consejos que acompañaba con un cuestionario para poder evaluar y elegir los ejercicios que más convinieran según la condición física, el sexo y la edad.
Este cuestionario era reenviado y los clientes recibían un programa de ejercicios personalizado.
Otra innovación de Desbonnett fue que se grabó en discos dirigiendo sus sesiones con música de la banda de la Guardia Republicana.
Pero no queda aquí su importancia: fue el inventor de uno de los primeros modelos de mancuernas.
Además, creó una red de gimnasios (llegó a tener más de 200) donde luchó contra la forma de vida de una sociedad desenfrenada y llena de excesos.
Georges Hébert y el método natural
Este oficial de la Armada Francesa fue destinado en Martinica.
Allí coordinó la evacuación de centenares de personas tras una erupción volcánica y esta experiencia le sirvió para darse cuenta de que el altruísmo y la valentía tenían que combinarse con habilidades atléticas.
Le sorprendía los cuerpos de los indígenas, fuertes y ágiles sin necesidad de ir a un gimnasio ni tener un entrenador, solo con su actividad habitual en la naturaleza.
De esta estancia en Martinica sacó su lema: “ser fuerte para ser útil”.
En 1912, publicó “La educación física o la formación completa para el método natural”, donde hay influencias de la Antigüedad, de Amorós o de Jahn, entre otros.
Puedes encontrar los principios del método natural en el volumen I de la obra donde recoge todos su forma de entender el ejercicio físico: “La educación física viril y moral por el método natural”.
La podemos resumir en:
3 componentes principales para el entrenamiento: |
10 tipos de ejercicios prácticos
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15 principios |
1. Entrenamiento físico: corazón, músculos, resistencia, equilibrio…
2. Entrenamiento mental: voluntad, firmeza, coraje… 3. Ética: amistad, trabajo grupal, altruismo…
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1. Caminar
2. Correr 3. Cuadrupedia 4. Escalar 5. Saltar 6. Equilibrio 7. Carga y levantamiento de peso 8. Lanzamiento 9. Defensa 10. Nadar
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1. Continuidad en los ejercicios
2. Esfuerzos opuestos: rápido-lento, intenso-suave 3. Progresión de la intensidad y del esfuerzo durante el entrenamiento 4. Calentamiento inicial y estiramientos finales 5. Individualización de los ejercicios a cada persona 6. Trabajar la flexibilidad y el relajamiento muscular 7. Posturas y respiración adecuadas 8. Libertad de movimientos incluso en trabajos grupales 9. Entrenamiento de la velocidad 10. Mejora de las debilidades de cada persona 11. Entrenar al aire libre para conseguir los beneficios de los elementos 12. Expresar la felicidad en grupo 13. Realizar ejercicios difíciles que mejoren las cualidades personales 14. Tener un comportamiento altruista 15. Conseguir la autosuperación a través de una competición sana
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Seguro que buena parte de estos principios los sigues usando en tu programa de entrenamiento.
El método natural se extendió más allá de la II Guerra Mundial y fue el sistema que usó el ejército francés.
Hébert también fue un firme defensor de los beneficios del entrenamiento para las mujeres y criticó el uso del corset y la imposición del sedentarismo como forma de vida de la mujer europea.
Otra de las innovaciones que trajo fue las pistas de obstáculos para el entrenamiento físico, por lo que estás antes uno de los antecedentes del parcour actual y de las pistas de fitness.
Los antecedentes de las revistas de fitness
En la actualidad basta con ir a un kiosko o tener un dispositivo con internet para encontrar revistas sobre fitness, pero ¿cuáles son sus precedentes?
Uno de los más claros fue la revista Physical Education, creada por controvertido Bernarr Macfadden en 1899.
En 1903, organizó el primer concurso de físico y popularizó el ayuno entre sus seguidores como forma de conseguir un cuerpo más saludable.
Macfadden se convirtió en un rico empresario gracias al mundo editorial, pero nunca olvidó el ejercicio físico y su relación con la salud, incluso intentó fundar una religión en torno a estos principios: el cosmotarianismo.
Fitness y siglo XX
El XX fue un siglo de avances en estudios científicos y técnicos para mejorar los entrenamientos y el bienestar físico.
A partir del auge del fitness, han salido otras variantes que también se han puesto de moda, entre ellas: halterofilia, powerlifting, calistenia… Si quieres ver la curiosa e interesante história sobre la calistenia, te puede interesar este artículo: https://fitgeneration.es/histo
Sin embargo, también fueron unas décadas donde surgieron tendencias, herramientas y métodos no siempre basados en la ciencia y que ofrecían resultados rápidos y milagrosos.
Frente a ello, estamos en el momento en el que hay más datos científicos avalados por estudios serios y programas de formación que se basan en ellos.
Esto facilita que haya un gimnasio cerca de tu domicilio en el que entrenar con seguridad, formaciones con las que estar siempre al tanto de los últimos avances e instituciones que velan por caminar en la senda correcta.
Sin embargo, estamos ante un momento en el que el sedentarismo, la obesidad (incluso la infantil) y los malos hábitos relacionados con la salud y el ejercicio no solo no están erradicados, sino que arrojan cifras alarmantes.
Por eso, desde Anef, te animamos a que continúes tu trabajo como entrenador y/ como nutricionista porque el futuro de la salud de muchos está en personas como tú.
Desde Anef esperamos que esta información y repaso te sirvan para que conozcas mejor el maravilloso mundo del ejercicio físico y comenzar tu camino en el entrenamiento y en la formación online con seguridad, pero si tienes alguna duda, puedes ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos.